Las cocinas de noviembre huelen a mantecao

Criado por Letícia Castro em em 28/10/2008


El mantecao español – no hay que espolvorear azúcar necesariamente (Foto: Cuisine du coeur)


El paso a paso (Fotos: Cuisinez comme un chef)

Mantecao


Ingredientes:

1 kg harina de trigo
1 kg azúcar
1 kg manteca vegetal
gotitas de vainilla (opcional)

Preparo:

Tamizar la harina de trigo con el azúcar. Colocar en un bol e ir agregándole de a poco la manteca mezclando todo muy bien con las manos hasta obtener una masa bien consistente y homogenea. Si quiere, añadir gotitas de vainilla. Hacer pequeñas bolitas y colocarlas en un molde con alguna distancia para que no se junten cuando crezcan. Llevar al horno hasta que doren un poco. La receta rinde 15 docenas de mantecao.

Así pasábamos los noviembres en mi familia. Apenas empezaba el mes y mi abuela hacía los preparativos para la producción de los famosos mantecaos, esa galletita española tan llena de manteca y tan rica que a mí me sabe a rituales femeninos de iniciación al arte culinario. Tres generaciones de mujeres, mi abuela, mi madre y sus hermanas, mis primas y yo, se aprietaban en la pequeña cocina en el Belenzinho, barrio de la Moóca, San Pablo, para darle vida a los bocados que iban a deliciar a toda la familia.

Sin embargo, no se hacía solamente mantecaos allí, señores. Mi abuela, la gran maga, mientras coordinaba los trabajos, a los cuales nos sometíamos con gusto, trataba de promover un encuentro bullicioso regado a cositas ricas mientras se preparaba la masa. Mucha sangre andaluza reunida, el habla alta, la alegría, las quejas, los chismes y todas esas mujeres bonitas con más grande el corazón preparando la alegría de los demás. Había que llenar muchos potes, cada uno para una casa y los encuentros serían frecuentes a partir del primero.

Yo veía a todo maravillada, como una aprendiz de Morgana en medio al bosque en un corro de hembras preparando hechizos. Sí, porque los mantecaos de mi abuela tenían magia y la gente los devoraría con gusto. La cocina se llenaba con el olor de bizcocho asado y pronto salíamos cada una con un pote con la misión de repartirlos a los demás que no estaban permitidos participar de la reunión secreta, pero que se chupaban los dedos después.

Los años de mi adolescencia los pasé así. Torpe en la cocina, trataba de ver y aprender. Con el tiempo, estas mujeres empezaron a irse por cuenta propia, el “gran viaje”. Mi abuela, mi tía… Quedan dos y nosotras, la tercera generación. Pensaba a cada muerte que junto se iba una golosina, un plato preferido, un manjar de los dioses. Resulta que mal sabía que ahí en esa incubadera se hacía mi espíritu cocinero que más tarde daría forma al arroz de mi abuela, a las albóndigas de mi abuela, a las papas fritas de mi abuela, por los cuales yo mataba y moría. Todavía no probé hacer el mantecao. Esperaré a que vengan mi hija, mi nieta a formar corum con mi sobrina y las demás mujercitas que fueron naciendo después de nosotras. Y entonces jugaré a la Morgana, bajo la supervisión de Doña Maria que desde una nube vendrá a orientarnos. Hay que repoblar las cocinas de noviembre en mi familia.
Aquí se habla español
Comentários (18)
  1. Rodrigo Piva comentou, em 28/10/2008:

    huummmmm Muy rico, chica!!!
    Besos! Cuidate :-)

    Responder
  2. carla m. comentou, em 28/10/2008:

    Letícia, se hace niña, mujer e vieja em cuentos así!

    Yo a cá me quede en multiplos recuerdos de mi niñez, en sueños que ya no puedo revivir, pero no hay que olvidar mientras lo tengo el sabor.

    Como las galletitas de tu abuela yo me recuerdo de dulces de durazno, de uva, de parra… de aromas e de cantos…

    Recuerdos bellos que son la base de los recuerdos que habemos de construir con los que se llegan. Después, pero se llegan.

    Besitos e cuidate.

    Ps: quase chorei lendo!!!

    Responder
  3. LETÍCIA CASTRO comentou, em 29/10/2008:

    O próximo post vai ser em zulu e eles vão comentar na mesma língua! hehehehe
    Eita povo preparado esse meu! ; )
    Besos inmensos!

    Responder
  4. Wander Veroni comentou, em 29/10/2008:

    Hola, Leticia!

    Siente el olor de ciertos platos, más aún cuando es una receta para la familia, es una de las cosas más agradables. El olor se vuelve recuerdo.

    El sabor no es sólo un memoria, pero un afecto que pasa a través de familia. Me encanta esta historia saber más.

    Besos,

    =]
    ——————
    http://cafecomnoticias.blogspot.com

    Responder
  5. Don Romero comentou, em 29/10/2008:

    deu fome!

    Responder
  6. Besteira a 4 comentou, em 29/10/2008:

    deu agua na boca. uia espanhhol heim, pelo jeito tem leitores espanicos xD

    Juka

    Responder
  7. Francisco Castro comentou, em 29/10/2008:

    Olá, Letícia! Parabéns pelo blog e por tudo que você escreve nele.

    Um abraço

    Responder
  8. Daniel Leite comentou, em 30/10/2008:

    Ah, Letícia, por que você também não seguiu a tradição culinária do mantecao?

    Brincadeiras à parte, o importante é que você fez perdurar a paixão pela iguaria. Agora, caberá aos futuros descendentes a manutenção da tradição.

    Que ótimo que você é da Mooca, um bairro repleto de ítalo-brasileiros. Adoro o Juventus e o Palmeiras!

    Beijo!

    Responder
  9. LETÍCIA CASTRO comentou, em 30/10/2008:

    Ô, Daniel, meu amigão, eu vou seguir sim, quando eu estiver bem velhinha e sábia, porque pra isso é preciso ter molho! E depois eu mando um pote pra vc, tá bom? ; )
    Ah, eu falei da Moóca, eu na verdade nasci no Ipiranga, mas depois fui pra Moóca sim, pra ZL, com muito orgulho!
    Mas como o Ipiranga é ZS, eu sou são paulina! hahahahaha (provocação, óbvio)
    Meu tio jogou no Juventus! Que máximo vc lembrar!
    Beijos, amigo!

    Responder
  10. Luciano comentou, em 31/10/2008:

    Devido a grande quantidade de comentários em espanhol, sinto-me obrigado a acompanhar os relatores, e aí vai o meu:
    Estoy seguro que la cocina de tu abuela era una verdadera fábrica de sueños y hazañas!
    Tengo añoranza de la cocina de mí abuela también.
    No era tan buena para los dulces pero los asados!!!
    Además, la reunión de los tíos y primos, en la casa de la abuelita, era lo que más importaba y hacía la diferencia. No teníamos solamente una noche de navidad o una de nochebuena, vivíamos casi quince días de fiestas! Hoy ni um día entero. Es una lástima y me siento triste por eso.
    Bellísimo texto y como siempre tus palabras me hicieron llorar. :)
    Felicitaciones a ti y a todos que pudieron, alguna vez, compartir de una cocina como esta!
    Besos (y me llama) jajaja

    Responder
    • Luiz Antonio Gervilla Sanchez comentou, em 30/12/2013:

      Mí madre tambien los acia ! ahora mí mujer tambien está intentando y está se saliendo muy bien .le encanta La cocina con Sergio , MasterChef .y hoy tenemos el Masterchef infantil . Tambien soy sócio do Juventus .Mooquense desde ninho ! Saludos a todos y os siguerè a partir de ahora !

      Responder
      • Letícia Castro comentou, em 31/12/2013:

        Pues, sé bienvenido, Luiz! Y muchas gracias por tu comentario. Feliz Año Nuevo!

  11. Beline comentou, em 31/10/2008:

    Essa irmandade me privou de conhecer tal iguaria. Passei 1 mês na espanha, Catalunya e Andaluzia e não tive o prazer de degustar o biscoito. Mas ainda volto lá e vou tratar de investigar a origem do quitute,pois o destino dele já ta traçado!

    Responder
  12. ana comentou, em 31/10/2008:

    deve ser uma delicia!

    Responder
  13. Daniela Figueiredo comentou, em 01/11/2008:

    Estupendos, tanto el mantecao como su texto!
    Besos, Letícia.

    Responder
  14. Ms. Molly Bloom comentou, em 02/11/2008:

    bien, amiga!
    no sabia que tu hablas castellano.
    enhorabuena por tu blog y claro…por los mantecaos!!
    BIEN!

    Responder
  15. SILVIA comentou, em 05/11/2008:

    Oi minha filha,

    Com lágrimas nos olhos estou escrevendo e recordando das tarde maravilhosas e barulhentas pois algumas de nós (eu e suas tias) já estávamos com a cara pra lá de cheia de sangria, enrolávamos os mantecaos sem tanta perfeição e a vovó Maria além, de ficar braba, fazia com que nós os enrolássemos novamente. Pura magia aquele tempo em que só o fato de irmos para aquela cozinha tão pequena, se constítuia em uma festa onde rolava de tudo. Aquele tempo permanece em minhas lembranças, em minhas saudades e em meu coração. Públicamente vou te fazer uma promessa, esse ano quando vier para o Natal, vamos nos reunir na cozinha e vamos fazer os mantecaos da vovó Maria com direito a sangría e a espanhola também. Sabe, acho que nunca quis fazer os mantecaos para não sofrer mais com a falta que aquela senhora linda, baixinha, gordinha, maravilhosa, me faz, mas em homenagem a ela, esse ano será diferente.
    Fique com Deus, já estou com saudades. Beijocas no Lú e muitos beijos em você. AMO VOCÊS!!

    tu mamita

    Responder
  16. LETÍCIA CASTRO comentou, em 05/11/2008:

    Então tá!!!! Eba!!! (tb tô chorando)

    Responder

Escreva um comentário